Cada año son más los turistas que se deciden por visitar las preciosas costas e islas españolas. Sin duda, este país sureño tiene algo que enamora a todo aquel que lo visita. No es de extrañar entonces que, con la crecida del turismo sean más y más tanto hoteleros como particulares que buscan poder participar en este sector.
El crecimiento de viviendas de alquiler vacacional también está en un punto auge, y como todo aquello que va bien, siempre hay gente comentando verdades y mitos del alquiler vacacional hasta el punto de que ya no sabemos que debemos creernos y que no.
Seguramente serán muchas las preguntas que tengas si quieres adentrarte en este sector. ¿Tienes una propiedad que has heredado y quieres sacarle provecho? ¿compraste un chalet cerca de la playa pero nunca tienes tiempo para ir? Si tienes dudas como estas, primero de todo, ¡cuéntanoslas! Nos encantaría escucharte y descubrir en que podemos ayudarte.
Dos profesores de la Universidad de las Islas Baleares, José Luis Groizard y William Nilsson, desmontar las noticias que afectan negativamente al alquiler vacacional.
A continuación os haremos un breve resumen de los ocho mitos del alquiler vacacional:
-
Genera un aumento insostenible de las pernoctaciones turísticas.
Hemos visto un gran auge del alquiler vacacional durante los últimos años y, aunque parezca que el aumento de turistas en nuestro país es debido a tal auge, este crecimiento en realidad viene dado por la caída de oferta vacacional de países como Egipto o Turquía.
Fue una casualidad que, en el momento en que empezaron los ataques en los mencionados países, plataformas como Airbnb empezaron a tener un crecimiento espectacular pero, en ningún momento han ido de la mano.
-
Generar economía sumergida y evasión fiscal.
Este mito no es posible debido al tipo de pagos que se realizan por estas plataformas. Normalmente suele ser una transacción bancaria por lo que queda registrada por siempre.
Decir que este tipo de turismo engaña a las autoridades fiscales es desprestigiar tanto a este tipo de economía como a la agencia tributaria, ya que se está afirmando que no realizan bien su trabajo.
-
Expulsar a los residentes de los centros urbanos (gentrificación).
Al alquiler vacacional también se le acusa de echar a la gente de los cascos antiguos de las ciudades facilitando la entrada de turistas que no respetan el ambiente y no permiten vivir el día a día a los vecinos que todavía quedan allí.
En realidad, lo que favorece que los vecinos se marchen de estas zonas es la falta de aparcamientos, el hecho de que las viviendas sean antiguas, el costoso precio de las reformas, los problemas de tráfico, etc.
-
Encarecer el precio de la vivienda.
Debemos pensar que pensar que la oferta va ligada a los precios de la construcción. Un claro ejemplo son las baleares: la población ha crecido en 2.741 personas durante 2014 y 2016. En cambio, solamente se han creado 1009 unidades de vivienda nuevas en el total de las islas. Los sueldos han aumentado, la calidad de vida ha mejorado, pero no se ha aumentado el número de viviendas. Este problema se reduce en más demanda de viviendas y precios más altos.
-
Reducir la oferta de vivienda en alquiler largo plazo.
Debemos pensar que el prototipo de propietario de las plataformas vacacionales suele ser alguien que tiene una vivienda que usa como vivienda de vacaciones, es decir, que suele ir unos días o semanas al año y que por lo tanto, no tiene interés en realizar un alquiler a largo plazo puesto que quiere disfrutar de la propiedad.
Eso desmiente otro mito, ya que no alquilarán una propiedad que quieran disfrutar.
-
Destruir paisaje y favorecer la especulación en suelo rústico.
En realidad el alquiler vacacional suele realizarse en propiedades rústicas o fincas que no podrían mantenerse de otra forma. Los ingresos que se obtienen con esta actividad son complementarios a los que se obtienen con las actividades agrarias.
Muchas familias que alquilan sus propiedades suelen hacerlo a familias o grupos grandes para que puedan aprovechar la totalidad de la finca y así obtener ingresos para mantenerla.
-
Ser negocio y competir deslealmente con los hoteles.
Esta afirmación también es falsa y por una clara razón: la diferencia de públicos que visitan propiedades de alquiler vacacional es muy alta en comparación con los que se alojan en hoteles. Los clientes que se alojan en propiedades de alquiler vacacional suelen ser familias o grupos de amigos que buscan una propiedad privada donde poder relajarse como una segunda casa. En cambio los clientes hoteleros suelen estar más enfocados a los servicios como buffet, comidas, servicio
-
Llevarse la riqueza generada fuera de España.
Los portales de alquiler vacacional suelen quedarse una media del 15% al que luego suele añadirse un 6% de IVA. Imaginen si de este 85% restante, un 6% va a retribuciones y el resto al propietario del inmueble, qué cantidad se va de nuestro país.
Si duda, otro argumento totalmente falso. Con este 79% que se queda el propietario de cada reserva, luego paga la limpieza, el mantenimiento, la fontanería, los cuidados del jardín… Todo esto son empleos que se crean gracias al alquiler vacacional, empleos que hacen que nuestra economía mejore y cada día vaya a más.
En conclusión, ha quedado demostrado como estas afirmaciones no son más que mitos. Si deseáis leer el informe completo, podréis descargarlo en PDF haciendo click AQUÍ.